Durante su participación en la Cumbre de Líderes del G7, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo hizo un llamado a trabajar con firmeza por la paz.
“Tal vez somos idealistas, pero preferimos el llamado al humanismo, a rendirnos frente al conformismo o el silencio. Hablar de seguridad y transición energética es también hablar de la paz. A todos nos preocupa profundamente el resurgimiento de conflictos armados y la normalización de la violencia, la discriminación y el sufrimiento en el mundo.”
En Kananaskis, Canadá, indicó que nuestro país es promotor de la paz, del diálogo, del desarme y del respeto a la soberanía de los pueblos, tal como está escrito en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La primera mandataria argumentó que el camino es la diplomacia activa, pues no debe dominar el odio entre naciones, comunidades o individuos.
“La política se inventó para evitar la guerra en cualquiera de sus manifestaciones: bélica, comercial o fría. La política se inventó para evitar la desolación, para construir puentes y soluciones. Se inventó para que la paz se construya, no se imponga.”
Expuso que la paz también implica la presencia de justicia, comercio justo, oportunidades, cooperación para el desarrollo y respeto a los derechos humanos.
En ese contexto, dijo, es fundamental reconocer a las personas y familias que migran por necesidad y contribuyen de manera significativa a los países que los reciben.
“Es menester destacar a las y los mexicanos que desde hace años residen en Estados Unidos; nos referimos a las personas trabajadoras honestas, que han construido su vida con dignidad, cumplen las leyes, son de esfuerzo y dedicación, pagan impuestos, asumen responsabilidades y no merecen discriminación, sino respeto y reconocimiento.”
La jefa del Ejecutivo federal reafirmó que el fin último es que las personas tengan empleo bien remunerado y acceso a una vida digna y con bienestar en sus lugares de origen.
Por ello, propuso la celebración de una cumbre que fortalezca la cooperación efectiva para el desarrollo, así como el comercio justo y recíproco, como base de una paz duradera.
“Todos los ciudadanos de todos los países deben tener la posibilidad de una vida con bienestar y, aunque parezca un sueño, es posible. Esto significaría avanzar hacia una comunidad internacional más equitativa, pacífica y sostenible.”
Puntualizó que el bienestar económico y la cooperación para el desarrollo son actos de responsabilidad compartida de todas las naciones.
“Ningún país puede aislarse ni prosperar a costa del sacrificio ajeno. Apostar por la cooperación es, en última instancia, apostar por un futuro común basado en la justicia.
“El poder no se mide sólo por lo que se tiene, sino por lo que se hace con él.”