Una jornada de pánico se vivió este lunes en los principales mercados financieros del mundo. Bolsas de Europa, Asia y América Latina cerraron con fuertes caídas ante el temor creciente de una recesión global, desencadenada por el aumento de tensiones comerciales y señales de desaceleración en las principales economías.
El llamado “lunes negro” comenzó con un desplome del 9,7% en la bolsa de Taipéi, la caída más significativa en su historia reciente. Este desplome arrastró consigo a otras plazas asiáticas como Shanghái y Hong Kong, donde los inversionistas reaccionaron con pesimismo a la posibilidad de un estancamiento económico prolongado.
Europa no se quedó atrás. El IBEX 35, principal índice bursátil de España, cayó un 5,11%, situándose en 11.796 puntos. París y Frankfurt también sufrieron pérdidas considerables, mientras los analistas advertían sobre el efecto dominó que las políticas proteccionistas podrían generar en la economía global.
En América Latina, las bolsas también mostraron números rojos. Los mercados reaccionaron con volatilidad ante la creciente incertidumbre económica y las posibles repercusiones que las decisiones de las potencias tengan sobre los países emergentes.
Los temores se dispararon tras el anuncio de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, lo que reavivó las tensiones con China. Aunque ambos países han intentado retomar el diálogo, los mercados interpretaron la medida como un paso atrás en la estabilidad comercial global.
Economistas señalan que la combinación de inflación persistente, desaceleración del crecimiento y conflictos comerciales podría desembocar en una recesión más profunda si no se toman medidas coordinadas a nivel internacional.
Mientras tanto, los inversionistas buscan refugio en activos más seguros como el oro y los bonos del Tesoro, lo que confirma un cambio drástico en la percepción del riesgo a corto plazo.
La jornada de este lunes deja claro que la economía mundial atraviesa un momento de alta vulnerabilidad, en el que cualquier movimiento puede tener consecuencias globales. Los próximos días serán clave para evaluar si se trata de una corrección temporal o del inicio de una nueva crisis económica.
